La obra del alquimista alemán Heinrich Khunrath tuvo una importante repercusión en los círculos luteranos, si bien parece que sus tratados alquímicos encontraron cierta oposición en su época ya que la mayoría de los mismos fueron publicados ampliamente después de su muerte.
Su obra más conocida, “Sapientiae Amphitheatrum! Eterne! solius vere, Christiano Kabbalisticum divino magicum” (Anfiteatro de la Sabiduría Eterna), apareció en 1602. Obra única en su género, inestimable ante todo para los investigadores curiosos por profundizar en tan complicados asuntos, por desgracia la mayoría de los ejemplares de esta obra se encuentran incompletos.
Cabe interpretar el Amphitheatrum como un tratado místico entrelazado con la cábala y la alquimia en un intento de describir los siete pasos que conducen al Conocimiento Universal y el proceso que permite alcanzar la Piedra Filosofal. Los grabados, de regular tamaño, son doce y se encuentran por lo general al comienzo de la obra. Están ordenados en forma arbitraria, y no se sabe con certeza si ha sido el autor o el dibujante quien ha olvidado precisar su orden. Tres de ellos van en formato sencillo:
1. El frontispicio alegórico enmarcando el título grabado

2. El retrato del autor, rodeado de atributos igualmente alegóricos

3. Un águila pescadora (quebrantahuesos), que ostenta gafas, posado magistralmente entre dos velas luminosas, con dos antorchas ardiendo en forma de aspa. Debajo, una leyenda que podría traducirse así: “¿de qué sirven velas, antorchas y gafas a quien cierra los ojos para no ver?”

Luego de esto, siguen nueve grandiosas figuras mágicas, en doble formato y montadas sobre relieve. Estas figuras son:
1. El gran andrógino hermético

2. El laboratorio de Khunrath

3. El Adán-Eva dentro del triángulo del Verbo

4. La Rosa-Cruz pentagramática

5. Los siete grados del santuario y los siete rayos

6. La Ciudadela alquímica con veinte puertas sin salida/resultado

7. Gymnasium naturae (el gimnasio de la naturaleza)

8. La Tabla de Esmeralda ( Tabula Smaragdina)

9. El Pantáculo de Khunrath.

El Amphiteatrum Sapientiae Eternae se encuentra dividido en dos secciones. Las sesenta primeras páginas, numeradas aparte, comprenden un privilegio imperial (con fecha 1598), seguido por diversos fragmentos: discursos, dedicatorias, poesías, prólogo, argumentos… Finalmente, el texto de los Proverbios de Salomón, siendo el resto del Anfiteatro su comentario esotérico. La segunda sección consta de un comentario de siete capítulos por el propio Khunrath de 222 páginas bajo el título de Interpretaciones y anotaciones de Henrico Khunrath. Una última hoja da el nombre del impresor, el lugar y la fecha: G. Antonius, Hanoviae M.DC.IX.
Khunrath, siguiendo los pasos de Paracelso, se consideraba un adepto de las diversas tradiciones espirituales de la alquimia. Para Khunrath el Arte Alquímico comprendía, a partes iguales, el trabajo manual y la oración, la meditación y el estudio. Las operaciones médicas y químicas, en su opinión debían llevarse a cabo, primero bajo la dirección de Dios, de Jesucristo y, finalmente, a través de los tres métodos llamados Cábala cristiana (Christiano-Kabalice), Magia Divina (Divino-Magice) y Alquimia (físico-Chymice). La forma en la que el teósofo debía poner en práctica tales métodos era a través de la oración y el trabajo.
El “Sapientiae Amphitheatrum” inspiró las “Bodas Alquímicas de Cristian Rosacruz” publicada en 1616 y, en realidad, todo apunta a que autores como Jakob Böhme y Heinrich Khunrath constituyen dos de los pilares sobre los que se desarrolló el movimiento rosacruz del siglo XVII.
por Jesús Zaton, Stanislas de Guaita, Papus.