
La alquimia se funda en las metamorfosis psíquicas operadas por el espíritu, denominación otorgada al dinamismo universal emanado de la divinidad, el cual:
- mantiene la vida o movimiento
- provoca detención o muerte
- hace evolucionar la sustancia
- es único animador de cuanto es/existe
El Espíritu, agente universal, constituye, en la realización de la Obra, la principal incógnita, cuya determinación asegura el éxito pleno.
Se le considera un Donum Dei (Don de Dios) y al cual aplicábase al Secretum secretorum, lo que conduce precisamente al secreto por excelencia, el del espíritu universal.
Donum Dei es el conocimiento revelado de la ciencia de la Gran Obra, clave de las materializaciones del espíritu y de la luz. Se le distingue bajo el monograma de la doble D unido al signo del espíritu (H), inicial griega del sol, padre de la luz, Helios.

H
Con esta letra o carácter gráfico se designa el espíritu, alma universal de las cosas, principio activo y todopoderoso que se reconoce, en la Naturaleza, en perpetuo movimiento y en vibración actuante.
Inicial del verbo solar, mansión del espíritu, astro dispensador de la luz: Helios, Sol. Es la indicación del primer peldaño de la escalera de los sabios, scala philosophorum, del conocimiento adquirido del agente hermético. Promotor misterioso de las transformaciones de la naturaleza mineral y de la del secreto reencontrado de la Palabra perdida.

A este agente se le suele nombrar de diferentes formas:
- Imán, atractivo o magnesia
- fuego secreto, sal, espíritu
- fuego filosofal, fuego de doble naturaleza
- agua, agua primitiva y/o celeste
- disolvente universal
- Vitriol
- fuego de rueda
- sal secreta, vinagre mercurial
Se le suele describir de diferentes maneras:
- agua que no moja las manos
- se encuentra escondido en el vientre de Aries (Carnero)
- lleva en su escudo la imagen del sello hermético (estrella de seis puntas)
- es un fuego de naturaleza doble
- fuego acuoso, agua ígnea
- provisto de la energía y sutileza ígnea y revestido del color y de las múltiples propiedades del fuego
- fuego secreto extraído del metal grosero
“La raíz de nuestros cuerpos está en el aire, y su cabeza, en tierra”. Ahí está ese imán encerrado en el vientre de Aries, el cual hay que tomar en el instante de su nacimiento. Esta agua (H) encierra todas las virtudes del cielo y de la tierra; por eso es el Disolvente general de toda la Naturaleza. Es realmente un imán que atrae hacia sí todas las influencias del cielo, del sol, de la luna y de los astros, para comunicarlos a la tierra. Este acero se encuentra en Aries, y señala el comienzo de la primavera, cuando el sol recorre el signo del Carnero.

Las moradas filosofales, Fulcanelli