La Ascensión es la eterna liberación. Es el estado de alta superación que logra el ser humano en evolución cuando deja atrás el aprendizaje en los mundos de Tercera y Cuarta dimensión. Entonces, alcanza la maestría, sube a Quinta dimensión y no necesita volver a reencarnar. Ahora bien, las Octavas de luz comienzan al finalizar la Cuarta dimensión e iniciarse la Quinta. De ahí, sucesivamente, siguen las Octavas en ascenso creciente. Son las Altas Esferas donde moran los Maestros Ascendidos y seres de luz. Se llaman “Octavas” porque cada una es la repetición, el inicio en más alta vibración, de la anterior dimensión. Es sabido que las dimensiones en este universo tienen siete planos. Sucede, por ejemplo, con las notas de la escala musical: Do, re, mi, fa, sol, la, si. Al llegar la nota si, que es la séptima, comienza otra vez la nota do, de otra escala más alta y así sucesivamente. Ese punto de conjunción entre el siete y el uno, que es el ocho, viene siendo la Octava. Cuando el ser humano logra la Maestría de la Ascensión deja atrás la apariencia de las enfermedades, vejez, muerte, limitaciones de todo tipo, es gloriosamente joven y bello en resplandeciente cuerpo electrónico. Esto significa que obtiene también todos los poderes. La telepatía, la curación con el poder del Verbo, la teletransportación, comprende todos los idiomas, clarividencia, clariaudiencia, conciencia proyectada, precipitación, ubicación con el pensamiento en cualquier lugar del universo.
por Juan Sebastián Ospina López